Quieren todo. Y quieren nada.
Viven en este estado hasta que se dan la cabeza contra la pared de tal manera que los despierta. Sea esta vez la primera, la quinta o la onceava.
No saben qué hacer. No saben si quieren a alguien que les banque todas las que hacen o si quieren a la trolita que les muestra la bombacha en su living de su depto de soltero.
No saben si quieren alguien que los abrace o si quieren alguien que les pase el porro y suba la música, ahogando así la angustia y el llanto que se permiten a solas, cuando la careta se les cae y se encuentran con su versión, la real, la que pocas personas vieron.
No saben si quieren algo eterno o un histeriqueo que dure unas horas, unas noches, unos meses.
Pero esas horas, esas noches, esos meses pasan igual. Pasan y esa con la que te debes una charla se despierta y decide que no te debe nada. Abre los ojos (o se los abren) y se da cuenta de que no quiere esperar a que te canses de la gente que te rodea que no te conviene, la que se disfraza de amiga sólo para acercarse porque ahora la interesas.
Abran los ojos, sheeple. Abran los ojos que la hipocresía y el cinismo que los rodea no los llevan a nada. Abran los ojos y dense cuenta de que nada de lo que hacen ciertas personas es al azar, sino que, por el contrario, esta friamente calculado y planeado por horas en chats de WhatsApp.
Abran los ojos, levántense del sillón en el que estan postrados hace meses y aléjense de la toxicidad. Aléjense de los gatitos que se les regalan pero lloran porque no las toman en serio. Aléjense de los que los arrastran hasta el fondo. Aléjense de los que no les suman, sino que les restan.
O no lo hagan. Depende de ustedes. Todo siempre depende de ustedes. Es su vida la que estan viviendo y de nadie más; y queda en ustedes si realmente la Viven o la desperdician con Jack Daniel´s y charlas inocuas pero vacías.
I´m out.
*drops mic*