Thursday 28 February 2008

I MISS YOU.

Esa es la realidad. Te extraño demasiado.
El corazón me pesa una tonelada más, y me cuesta respirar. Siento que hay un vacío dentro de mi, y por más que por momentos me ria, en mi cabeza está lloviendo constantemente.
Me cuesta aceptar que ya no estás más; que todo terminó, y no de una manera muy linda. Y lo peor de todo es que los recuerdos invaden mi mente, haciendo que las lágrimas salgan sin que me de cuenta. Las risas, los abrazos, los besos, todo, todo inunda mi cabeza y me enferma. Me corroe. Me consume.
La idea de no verte más me rompe el corazón y el alma. Y siento que ya no voy a ser la misma de antes; hay un antes y un después en mi vida desde que te conocí, y si en parte voy a estar agradecida por haberlo hecho, también me duele demasiado saber que todo termina. Porque pensé que lo nuestro iba a seguir para siempre.
Llamenme ingenua, inocente o sencillamente boluda, pero siempre pensé que había personas que una vez que entraban en tu vida, no se iban más. Pero se ve que me equivoqué. AND IT SUCKS.
Y ahora qué queda? Seguir para adelante, supongo. Seguir, como siempre, sin mirar atrás. pero no te mientas a vos misma, estupida! Siempre mirás para atrás. Y la vista es tan agridulce que no sabes bien qué hacer. Llorar? Reir? Sonreir? Ignorar toda la avalancha de sentimientos que te sofoca? Entonces hacés todo junto. Y rapido. Y sin parar. Y así te va, no? Es más fuerte que vos, no podés dejar de mirar para atrás, incluso cuando no querés hacerlo. Pero tu cuello tiene mente propia, y hace que gires la cabeza. Y no podés ver que te estar por estrellar contra una pared. Y que te va a doler. Y el dolor no te gusta, no? No. Cosas que (te) pasaron en estas ultimas semanas son pruebas evidentes de eso. Y en esos momentos es cuando "su" ausencia se hace más evidente. Porque nadie podría entenderte tan bien como esa persona que ya no está más. Nadie podría entender las ironías de la vida mejor que ese ser que te abandonó.
Entonces, es como si en vez de ir para adelante, retrocedieras un par de años; volviendo a ser esa adolescente tonta que vagaba por la vida, con ojos tristes y el corazón llorando. Obviamente, nadie saber cuan profundo es tu dolor. Nadie sabe que todas las noches te hacés una pequeña bolita y llorás desconsoladamente, porque sentís que el mundo se te viene encima. No, nadie sabe. Nadie sabe que tus sueños ya no son más eso, sino que son una nueva manera de tu inconsciente para tormentarte. Que te despertás bañada en lágrimas porque el dolor, sencillamente, te supera. Y hay días durante los cuales crees que no vas a poder parar de llorar, y que todo el mundo se va a dar cuenta de que estás mal. Y ahí qué hacés? Les decís? No. Porque vos le decías todo a esa persona que ya no freaking está a tu lado. Entonces te callas. Pero tenés un poquito de experiencia sufriendo sola y en silencio, así que whatever.
Igual, todo esto te sirve de catarsis, aunque sepas que esa persona nunca va a poder leer esto. Y eso te da un poco más de libertad a la hora de escribir, sabiendo que nunca lo van a leer. Saca un poco de presión.
Entonces, la conclusión a la que llegaste es que las relaciones no valen la pena. El amor no vale la pena. El dejarse conocer no vale la pena. Porque todo el mundo te deja, tarde o temprano. Así que, sencillamente, no vale la pena.