Thursday 23 August 2012

Bitch!

No suelo pelearme en serio. No me gusta, y mucho menos empezar el ataque. Pero cuando veo que una situación sigue dandose y hay ciertas personas que no entienden nada, debo actuar.

Hace un par de meses, una persona que se quiso hacer pasar por amiga de JQ entró a su vida. Hasta ahí, todo bien. Cuando volvimos, y en plan de ir eliminando el exceso de gente no productiva, este ente cayó en la redada. Obvio, no le gustó para nada. I'm sorry for you, querida.

Después de un desplante muy bizarro por su parte ante mi pedido de Back-offness, y de su insistencia para con la persona que me importa, me vi obligada a actuar. Y ahí si que all Hell broke loose.

Me invitó a pelear, me dijo gorda, trastornada, hija de puta, resentida, conchuda, mala mina. Yo no me quedé atrás, tampoco. Le dije aborígen, tilinga, negrita, que se fuese a drogar con su ex novio adicto, que quizás una sobredosis de su parte y nos alegraba la vida a todos. Y eso le dolió. Mensajitos vía WhatsApp le empezaron a llegar a Mr. Quid, reclamándole por qué había compartido esa información conmigo. Se ve que le dolió. Y raro, porque tenía entendido que era más bien un personaje. Pero bueh. Cosas que pasan. A todo esto, un 'Sos un Gil' para JQ apareció en Twitter. (Y después la pendeja soy yo)

Y después frené. Me acordé del dicho que dice 'No pelees con chanchos; tú te ensucias y él lo disfruta'. Y es así! Lo que cuesta es encontrar el equilibrio.

A todo esto, sus tweets desaparecieron. Los míos siguen ahí, firmes como rulo de estatua. Yo no me arrepiento de absolutamente nada (i'm sticking to my guns) y no tengo nada que ocultar. Los de este ser? Desaparecieron mágicamente. Cobarde.

Cuestión que después de toda esta pelea, y la adrenalina que atravesaba mi cuerpo, llegué a la conclusión de que todo iba a ser mejor; este intento barato de mujer ya no iba a ser parte de nuestras vidas. And now we can keep going forward.

Asique si por defender lo que quiero, marcar mi territorio y frenarle el carro a un ser inferior soy una conchuda, mala mina y trastornada, entonces bring on the Zoloft. I get shit done.

Friday 17 August 2012

Lección de Historia.

A veces me sorprenden las cosas que quedan guardadas en los albores de mi mente. Cosas que me enseñó mi papá sin quererlo, o quizás sí y fui yo la que no se dio cuenta.

Varias veces me comentó, al pasar, los obstáculos que tuvo que superar antes de que naciera con su empresa. Papeles, formularios, contar las monedas para ir a pagarle a sus proveedores. Como vendió su auto y viajaba en colectivo para ahorrar. Todo, todo destinado a algo que había empezado su papá hacía 10 años y que el Proceso se encargo de frenar.

Los militares se fueron, llegó Alfonso el pequeño y después nací yo. Pero mientras tanto, la historia seguía escribiéndose. Más trabas, más obstáculos pero felicidad paralela. Y yo me negaba a ser parte de aquello que me robaba tiempo con mi papá. Miraba con desprecio, uno agridulce porque gracias a ello tenía todo lo que podía llegar a querer y más, a la entidad que hacía que mi papá llegase cansado a mi casa todas las noches y no jugase conmigo. Ese monstruo que hacía que mi papá no estuviese presente en ninguno de mis cumpleaños. Ninguno de los actos de colegio. Ninguna entrega de diplomas. Esa bestia que hacía que la gente asumiese que mis papás estaban divorciados o que mi mamá era soltera, porque a Daniel no lo habían visto nunca.

Más años, la historia no para por nadie, enfermedades y dolores. Y me terminé convirtiendo en parte de esta gran maquinaria. Esto, que es el legado de mi papá. Y con más información de la que me había dado cuenta.

Se que las herramientas para poder capear temporales están, solo tengo que encontrarlas. Y me emociona, casi hasta las lágrimas, saber que de aquel local chiquito en donde sólo habían 3 personas y se tenían que contar las monedas para pagar, haya lo que hay hoy.

Es bastante presión, really. Pero me gusta. Me hace sentir que mi papá esta acá al lado mio.

(he'll be there always)

Friday 10 August 2012

En paz.

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida, 
porque nunca me diste ni esperanza fallida, 
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida; 

porque veo al final de mi rudo camino 
que yo fui el arquitecto de mi propio destino; 

que si extraje las mieles o la hiel de las cosas, 
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas: 
cuando planté rosales, coseché siempre rosas. 

...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno: 
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno! 

Hallé sin duda largas las noches de mis penas; 
mas no me prometiste tan sólo noches buenas; 
y en cambio tuve algunas santamente serenas... 

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. 
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!