A veces una necesita que le muestren donde estuvo para saber adónde ir. Cómo fue para saber cómo va a ser. Lo que tuvo para saber lo que puede llegar a tener. Y lo que NO tuvo para apreciar lo que SÍ tiene ahora.
El despertar puede ser brusco, puede ser ameno, puede ser necesario o accesorio. Pero tarde o temprano llega. Y que se hace, o se tiene que hacer, cuando finalmente nos toca? Nada. Lidiar con el, supongo. Porque no podemos evitarlo. Tus ojos se abren (o son abiertos, mejor dicho), por un evento, tal vez azaroso, y simplemente ocurre: la epifania que hace que tu cabeza haga un click y una de tus vocecitas interiores empiece gritar ¡DATE CUENTA! ¡DATE CUENTA DE TODO LO QUE TENES, LO BIEN QUE ESTAS, Y NO LO SABES APRECIAR! ¡DESPERTATE! ¡DESPAVILATE!
Y de a poco empezas a hacerlo. De a poco te das cuenta de que no podes controlar todo a tu alrededor. Te encantaría, obvio, pero no podes. Y como siempre tuviste todo lo que querias, no poder tener eso te frustra. Pero ahora sos más grande (no sé si más madura, pero whatever) y te das cuenta de que no podés hacer un escándalo por cada cosa que no te sale. Porque admitamoslo: son más las cosas que haces mal que las que haces bien; y eso no te molesta tanto, ya no. Lo que te molestaba era el no poder controlar tanto tus emociones. Igual, ojo, no es que sos una persona super cool que puede mantener su compostura. Chances are, que siempre sientas de más antes que de menos. Y ahora, lo preferís. Porque estuviste mucho tiempo evitando sentir todo. ¿Será que, por una cuestión de balance, ahora estás sintiendo el equivalente a todo eso que preveniste sentir? Puede ser. Nunca lo sabrás. Lo que sí sabes es que de ahora en más vas a llevar al corazón en la manga. Que los demas lo vean. Que no te confundan nunca más por un ser de piedra, que no siente nada.
Porque si bien tu instinto te va a decir, ante la posibilidad de salir lastimada, que te escondas, en el pasado tu instinto no te aconsejó bien. Y ya es hora de ir cambiando un poco, ¿no te parece?
Ya es hora de ir cambiando.
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