Tuesday 8 September 2009

Vale la pena estar vivo?

Hay una famosa frase de una famosa película que aseguraba que sí. Y por momentos, tuve esta certeza. Pero debo confesar que siempre le tuve un poco de ganas al cese de existencia. Y no creo que haya mejor manera de expresar lo que siento que esa misma frase, "le tuve ganas".

Por qué? Nunca lo supe. Y tras casi 10 años de terapia a cuestas, creo que no importa. O por lo menos me autoconvenzo de que no me importa. Lo raro es que siempre le dije a todo el mundo que, hundidos en su pozo depresivo, tenìan que salir. Y sin embargo, se ve que predico la moral con la bragueta abierta. Hipócrita? Un poquito, puede ser.

Siempre me moví por la línea que separa a los vivos de los no tanto. Siempre, cuando a todo el mundo le surgía el instinto de huir, yo me quedaba. A qué? Para qué? Otras preguntas sin respuesta evidente. Tal vez en el futuro, si lo llego a tener, y en retrospectiva, pueda encontrarlas.

Por ahora, vivo tratando de mantener toda mi vida a flote. Por momentos, siento que el agua me llega al cuello. Y otros, cada vez más, que la tengo por los talones. Y me di cuenta de que no me molesta el nivel del agua, sino el constante vaivén de subidas y bajadas.

Que tengo que parar de navegar ya me di cuenta, me lo dijo mi corazón en venta.

No comments:

Post a Comment