Porque los elegí. Porque me demostraron que no me juzgan, ni lo hicieron, ni lo van a hacer. Porque si me critican es de manera cosntructiva, para que mi accionar no sea en mi propio detrimento y no me juegue en contra (a veces me olvido de que yo puedo ser mi peor enemiga). Me acompañaron en lo mejores momentos, pero también en los peores. En esos donde no le veía salida a mi presente y sentía que una nube negra sobrevolaba mi cabeza, mi vida, mi alma. Donde la gente me abandonaba, ellos estaban. Firmes. A pesar de que les decía que estaba bien, me obligaban a cuestionarme y a mirar para adentro. Tarea difícil y fea, si las hay.
Me conocen casi tan bien como yo me conozco a mí misma. Saben qué estoy pensando con solo mirarme. Saben qué es lo que realmente quiero decir. They get me. Y jamás me soltaron la mano.
Tengo miles de recuerdos. Buenos Y malos. Pero por suerte predominan los buenos. Y, oh casualidad, en todos estan ellos. Mis Amigos. Y lo digo con mayúscula, porque ya son palabras mayores.
Asique por esto, y por muchísimas cosas más que siento y me guardo para mí, les digo Gracias. De corazón.
You rock, dudes.
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