Al principio no quería creer que lo tuyo para con nosotros era algo personal. Pero después todo fue cambiando...
Primero yo, hace ya 3 años. Después mi papá, hace 1 y medio. Ahora Kevin. Así no, mierda! Yo puedo defenderme, yo tengo fuerza, puedo quejarme y llorar e irme al sanatorio para que me den químicos que palien el dolor. Mi papá, también. Pero Kevin no. Es un animalito indefenso que no puede contra vos. Y que te lo lleves tan temprano me parece una injusticia.
Los elefantes viven 50 años. Las tortugas, hasta los 120! O sea, todo bien con los elefantes y las tortugas, pero Kevin es mi hermano. Y acá es cuando te digo basta.
Basta.
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