Tuesday 10 September 2013

Make them wonder why you're still smiling.

Hoy tuve una charla un poco bizarra. Me preguntaron cómo estaba, a lo que contesté 'Bien, todo tranqui'. 'Siempre bien, vos?'

Y ahí no supe qué contestar. No, la verdad es que no estoy siempre bien. La realidad es que tengo mis días negros, muy negros. Días en donde siento que nada tiene salida, nada tiene solucion, nada tiene remedio, y todo(s) están en mi contra.

Pero después, al cambiar la perspectiva me doy cuenta de que el estar 'siempre bien' tiene un porqué. Después de tocar fondo, de sentir el mayor dolor y que hay un agujero en tu corazón, en tu alma, en los albores de tu ser, sólo hay una dirección que tomar: onwards and upwards!

Después del dolor horrible, pero que a la vez te hace apreciar a la felicidad, no viene nada.

Y esto no significa que no duela, de vez en cuando. No significa que no quieras que una bola de demolición te pase por encima. Y después, una topadora, como para terminar el trabajo. No significa que sientas 'dolores fantasma' y pienses 'What would daddy do?'

Pero no te queda otra que afrontar estos días - que por suerte son cada vez más esporádicos - pegarte una sonrisa y seguir. Porque la clave, aprendí, está en lo simple: un pie delante del otro, y avanzar.

(Make them wonder why you're still smiling, kiddo)







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