Wednesday 31 March 2010

Hot Stuff

No es novedad que vivimos en un mundo en donde los parámetros de belleza por ahí difieren un poco con la realidad más allá de las pasarelas, los atelieres de diseñadores y las portadas de las revistas.

Pero cuando se la empieza a criticar a Carmen Electra, sex symbol si los hay, porque está un poco más pulenta y se la tilda de “no estar en forma”, es cuando me levanto de mi asiento y digo BASTA, porque todo se está yendo al carancho.

Esta mujer, que ratoneó (y sigue haciéndolo!) a millones de personas, tiene un cuerpo por el cual la mayoría de mujeres comunes, entre las cuales me incluyo, mataría. Puede que, en comparación con otras mujeres del medio, sí, esté un poco más rellenita. Pero la Srta. Electra (o Tara Patrick, tal su verdadero nombre) tiene un aura de diosa que hace que no nos fijemos en el ínfimo rollito que se le forma gracias a la bikini que decidió usar.

Mientras leía la nota en el portal de Internet de la revista Pronto (que ya no sale sólo 2 pesos), no sabía si reírme, llorar, sentirme indignada o qué coños hacer. Mientras leía, además, los comentarios sobre dicha nota, veía cómo las opiniones eran casi todas las mismas: la gente cataloga el ser o estar gordo como “feo” o “enfermo”, mientras que el ser flaco esquelético y que se te noten las costillas es ser “lindo” y “saludable”.

Hace un par de años, la actriz Kate Bosworth fue tapa de revistas porque en un desfile, mientras se agachaba para saludar a una amiga, un papparazzo le sacó una foto en donde se podía ver su escote…o lo que quedaba de él. Sin boobies, se le notaba la tráquea, el abdomen, absolutamente todo. Y parecía que a la pobre mujer le vendría muy bien una hamburguesa doble con queso de McDonald’s; uno tenía la impresión de que si estornudaba cerca de ella, los huesos se le iban a romper. Scary.

Enseguida salieron todos los modistos a decir que no tenía un problema, que el cuerpo de esa mujer era perfecto y que la querían para que desfile sus modelos. Claro. No se puede esperar algo distinto de la gente que depende del 0% de grasa corporal en sus modelos para que sus diseños tengan una mejor caída, no?

Otro caso, pero desde el lado opuesto del espejo, es el de la protagonista de Precious, Gabriel Sidibey, claramente obesa. Cuando ganó varios premios en los pasados meses, una empresa que fabrica pastillas para adelgazar le propuso lo siguiente: “Hey, Fatso, nosotros te hacemos linda y flaquita, si vos sos la cara de la compañía. What do you think?”, a lo que la morenita respondió “No way, José! Si quiero adelgazar, lo voy a hacer cuando yo quiera, y no porque a la gente no le guste como soy y no me quede bien la ropa que usan las modelos anoréxicas. Sino, porque mi salud corre riesgo. Nada más que por eso.” Y fin de la historia.

La realidad, según mi perspectiva, está claramente influenciada por mis propias vivencias; creo que eso nos pasa a todos, nadie puede ni quiere ser completamente imparcial. Siempre luché con mi peso, y no me avergüenza decir que he incursionado un poco en lo que todos llaman Bulimia. Pero eso ya es parte del pasado. Sé, por experiencia propia, que el que te llamen “Gorda” es una de las peores cosas que te puede pasar. Es virtualmente imposible frenar las lágrimas, que enseguida se empeñan por salir de tus lagrimales. Por eso, cuando una mujer que sigue siendo diosa es tildada de “estar vaqueta” sólo porque no pesa menos de 50 Kg. y sin embargo sigue usando lo que quiere, cuando quiere, y como quiere, no puedo no enojarme con el mundo. Con la sociedad. Conmigo misma, por alguna vez haber caído presa tan fuertemente a las presiones que sentí tenía que cumplir a rajatabla.

Me sigo preocupando, y hay ciertos traumas que o no se van a ir nunca, o me va a costar demasiado superarlos. Pero me parece que hay que preguntarnos lo siguiente: nos preocupamos tanto por el mundo que le vamos a dejar a los retoños que vienen después de nosotros, pero nunca nos pusimos a pensar en qué clase de paradigmas les estamos dejando grabados en sus inconscientes? Sirve de algo, realmente, dejarles un planeta con aire, agua, un Sol y muchos paisajes de diversos colores, si después los jovencitos van a morirse de hambre para ser flaquitos flaquitos y los más rellenitos van a hacer lo virtualmente imposible para poder encajar?

No descuidemos el planeta. Ese no es el mensaje de trasfondo. Solo digo que invirtamos la misma cantidad de energía para no descuidarnos a nosotros mismos.


No comments:

Post a Comment