All I can do is try.

Es una cagada que te dejen. Eso es algo evidente y obvio. Todos te dicen que vas a sufrir, que vas a llorar, que la vas a pasar mal pero que, eventualmente, todo pasa. El tiempo ayuda. Distraerte, también. Y es cierto.

Pero nadie te prepara para el vacío que sentís no solo en tu corazón, sino en tu alma. Cuesta dejar de pensar de a 2. Cuando estás en el supermercado y agarrás esa botella de cerveza porque a 'Él' le gustaba. Cuando ves algo por la calle que te causa muchísima gracia y tu instinto es mandarle un mensajito. Cuando te pasa algo y necesitás descargarte. Cuando ves algo y estás por comprarlo porque era del cuadro de sus amores.

La realidad te pega como una cachetada de Arnaldo André. Violenta. Repentina. No estan más juntos. No compres la cerveza, porque a vos no te gusta y el no va a ir a tu casa a tomarla; ahora la toma con sus amigos. No le mandes un mensaje, no le importa que hayas visto algo gracioso. No te decargues con el, ya no está ahí para vos y escucharte. No le compres ese vasito de shot con el escudo de Defensores de Belgrano, se lo puede comprar el solo.

Saber que ya no sos más la novia es jodido, pero duele menos en la comodidad de tu departamento. Es en el día a día, en la calle, con el correr del tiempo. cuando esta realidad te jode y te lastima. Es el constante recuerdo de que el ya no quiere estar más con vos. Porque el problema eras vos, no el. Su entorno no cambió. Sus amigos no cambiaron. Todo sigue igual, con la excepción de que vos ya no estás. Y su vida, aparentemente, es mejor.

Entonces, qué haces? Todo. Llorás, te reís, recordás, avanzás. No sabes qué carancho te depara el destino, pero por momentos tenés la extraña sensación de serenidad que viene con tener la confianza de que todo va a estar bien.  

Whatever that may be.