Tuesday 15 November 2011

Optar por felicidad, la secuela.

Creo que la vida, sin que lo intentemos, es complicada. Por ahí no a propósito, por ahí para algunos más que para otros, por ahí no siempre...pero lo es. No conozco a nadie que viva sin stress y aplique el 'Hakuna Matata' que nos enseñaron Simón y Pumba, a rajatabla. Todos queremos que las cosas nos resbalen, obvio, y preocuparnos por los problemas en serio. Pero es más fácil decirlo que hacerlo.

Siempre tenemos la posibilidad de elegir. Siempre se puede elegir hacer más. Y cuando parezca que no tenemos opciones, creo que siempre hay. Escondidas, tal vez. Pero hay.

 Lo que no entiendo es cómo alguien puede elegir deliberadamente algo que lo pone mal. Sin poder justificar sus acciones, con la excusa de 'me agarró un raye' y demases que no vienen al caso. Ante la opción de poder estar bien...para qué estar mal?


 Muy distinto es si nuestro presente se ve ennegrecido por algo sobre lo cual no tenemos control. Enfermedades, accidentes, tragedias, cosas de fuerza mayor: lo entiendo, es una cagada. Hay cosas que no podemos controlar, por más que queramos. Me ha pasado de frustrarme ante el alcoholismo de mi padre. O de la bipolaridad de mi madre. Hasta que me remarcaron que si bien puedo ponerme mal por las cosas que dicen y/o hacen, esa es su batalla. No mía. Y no hay nada que pueda hacer, más que tratar de seguir viviendo mi propia vida.




No digo que es fácil. Sólo digo que hay que seguir tratando.




No comments:

Post a Comment